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Analizando el militarismo con lentes morados: el feminismo y los fenómenos militaristas

15 abr 2025

Yun Blancas

Voluntaria de Global Thought

Introducción


El feminismo es una ideología que coloca al género, y a las mujeres, al centro de la conversación. Desde el feminismo se pueden estudiar distintos fenómenos y comprender en un sentido más amplio el rol del género en las dinámicas de una sociedad. El militarismo entra en un amplio espectro donde el género juega un rol importante moldeando creencias y dinámicas. La teórica y escritora feminista Cynthia Enloe define el militarismo como una “invasión gradual de la institución militar, sus valores, supuestos y lenguaje en el ámbito civil hasta el punto de que el militarismo se convierte en “aceptable” para la población ... visto como soluciones de “sentido común” a una serie de problemas” (1983). El objetivo del feminismo al estudiar este fenómeno es comprender sus causas, efectos y el poder de la dominancia del género masculino en temas de seguridad. 


El sistema patriarcal como causa raíz 


Los estudios feministas han demostrado que las instituciones y estructuras patriarcales y sexistas son características de las sociedades altamente militarizadas. El sistema patriarcal incide cuando gracias al rol de protector asignado a las masculinidades, se refuerzan las relaciones jerárquicas de género. En este sistema, los hombres poseen una naturaleza innata agresiva, racional y predispuesta a la violencia mientras que las mujeres, se etiquetan como maternales, cariñosas y pacíficas (Khalid, 2015). Como consecuencia, la agresividad y uso de violencia por parte de los hombres está justificada ya que “nacen con ella” mientras que las mujeres tienen una menor y sumisa presencia. A su vez, un proyecto militarista necesita que una gran proporción de hombres acepten el rol de guerreros o protectores (Enloe, 1983). A partir de esta imposición de este cometido surge una normalización y justificación de la violencia; pues es un medio necesario para proteger. A su vez esto y adoctrinamiento de las fuerzas armadas donde se les instruye que su misión es salvaguardar y seguir órdenes con el fin de defender.

 

Los efectos del militarismo con perspectiva de género 


El militarismo se basa y perpetúa la suposición de que la mejor manera de alcanzar la seguridad es tener un sistema militar fuerte. Este supuesto se ve reflejado en el gasto militar global, en 2024 el gasto mundial en defensa reflejó la intensificación de los retos de seguridad y alcanzó los 2,46 trillones de dólares, frente a los 2,24 trillones del año anterior (McGerty & Dewey, 2025). Estas lógicas del militarismo tienen como consecuencia el aumento de los índices de violencia de género, la degradación del medio ambiente y la destrucción ecológica, la reducción del gasto social y el aumento de la dependencia de las economías nacionales y, por supuesto, el aumento del riesgo de guerra (Meger, 2023).


La esfera militar tiene una predominancia masculina junto con importante papel en las agendas nacionales e internacionales. Entre 2016 y 2022 hubo un aumento del 27% en la representación de las mujeres en las fuerzas armadas (ONU, 2019), sin embargo la brecha de género sigue siendo significativa; se sigue asumiendo que la guerra y las fuerzas armadas son del conocimiento y dominio de los hombres. Adicionalmente, alrededor de 97% de oficiales de alto rango a nivel global son hombres (ONU, 2019). Es inevitable reconocer el sesgo que tienen las decisiones en materia de defensa con una perspectiva masculina predominante. Ahora bien, la inclusión de las mujeres en las fuerzas armadas no necesariamente implica una transformación de las instituciones militares con sus rasgos patriarcales y violentos. Si no se toma en cuenta la visión femenina con perspectiva de género, se puede caer en simplemente enseñar a las mujeres a replicar las conductas violentas para pertenecer y permanecer en la esfera.    


De manera contraria, el feminismo propone alternativas que no implican violencia en la resolución de conflictos. La académica Mary Caprioli afirma que “mayores niveles de igualdad de género implican niveles menores de actuación militar por parte de los Estados para resolver disputas internacionales” (2000). Similarmente, Eric Melander postula que la igualdad de género se asocia con una menor violencia colectiva, consecuentemente menos conflictos, y a su vez con menor duración y uso de la fuerza (2005). En general, por parte de la visión feminista se proponen alternativas centradas en la paz y con la invoclucración del cuidado comunitaria. Algunos casos recientes de éxito que pueden estudiarse son Ruanda (1994), Liberia (2003) y Etiopía (2018).  


Conclusión


Al cuestionar el militarismo, las académicas y activistas feministas han tratado de ilustrar tanto los efectos del género en el militarismo como los supuestos  que lo refuerzan y hacen que este sea visto como una solución única y necesaria.  Adicionalmente el feminismo ha propuesto nuevos enfoques para la resolución de conflictos donde se pone la paz y unión comunitaria al centro. Analizar el fenómeno del militarismo con una perspectiva de género permite entender cómo el sistema patriarcal moldea las dinámicas sociales, y cómo estás pueden escalar a un nivel nacional e internacional al tener tomadores de decisiones predominantemente varones. Finalmente, poner el género al centro de la conversación permite reflexionar sobre los cambios que puede haber al tener paridad de género dentro de las esferas de defensa junto con su toma de decisiones. 


“El mundo será un lugar mejor con igualdad de género. Debemos seguir cuestionando los estereotipos de género, denunciando la discriminación, llamando la atención sobre los prejuicios y buscando la inclusión”.

- Commodore Faustina Anokye, mujer oficial de mayor rango en la historia de la marina ghanesa y ex comandante Adjunta de la Fuerza de la misión de paz de la ONU en el Sáhara Occidental.

 



Referencias

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