4 jul 2022
Mónica Méndez, consultora en Seguridad Internacional
La Organización del Atlántico Norte (OTAN) establece una defensa comunitaria para los países miembros.
Al término de la Segunda Guerra Mundial, la configuración de poder y de seguridad global quedó en manos del liderazgo de los países aliados ganadores: Estados Unidos, Reino Unido, y la Unión Soviética. Lo cual quedó reflejado en la integración del Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU) con sus cinco miembros permanentes (Francia y la República China fueron invitados al selecto grupo), y cuya responsabilidad primaria quedó definida en el Artículo 24 de la Carta de las Naciones Unidas como “mantener la paz internacional y la seguridad … de acuerdo con los propósitos y principios de las Naciones Unidas … (según lo dispuesto) en los capítulos VI, VII, VIII y XII (de la misma Carta)”.
Igualmente, el Artículo 51 de la Carta establece el derecho de la auto-defensa colectiva dada la ocurrencia de ataques armados contra algún miembro de la ONU, “hasta que el Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para mantener la paz internacional y la seguridad”.
Complementado con los Artículos 52, 53, y 54 sobre acuerdos regionales, que permite la existencia de tales arreglos para contribuir al mantenimiento de la paz internacional y la seguridad en el ámbito regional.
En esta base se constituye en 1949 el tratado que da origen a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), como una alianza política y militar entre los países de Norteamérica con los de Europa. Su integración original incluyó a 12 miembros: Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Francia, Islandia, Italia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal, y Reino Unido.
Figura 1. Principios de la OTAN
Fuente: Elaboración propia con base en Tratado del Atlántico Norte, https://www.nato.int/cps/en/natohq/official_texts_17120.htm?selectedLocale=es
Los requerimientos de ingreso incluyen un nivel de capacidades militares que faciliten el plug & play con los países miembros de la alianza, así como una aceptación unánime.
A lo largo de los 73 años de existencia de la alianza, se han incorporado nuevos miembros, llegando a un total de 30. Dicho crecimiento de la membresía ha ocurrido en olas sucesivas que reflejan la extensión de los valores sostenidos por la alianza en la región europea.
A raíz del cambio en la configuración de seguridad regional derivado del conflicto armado entre Rusia y Ucrania iniciado en febrero de 2022, en un hecho inédito que concluye una larga tradición neutral, Suecia y Finlandia presentaron en el mes de mayo de 2022 sus respectivas solicitudes de adhesión.
De acuerdo con el Artículo 10 del Tratado del Atlántico Norte, son tres los requisitos para adherirse a la alianza: ser un Estado europeo, seguir principios democráticos, estar en condiciones de contribuir a la seguridad de la región Euro-atlántica.
Los países que cumple dichos requisitos pueden iniciar el proceso de adhesión a la OTAN que consta de cinco pasos:
1. Ser invitados por la OTAN a incorporarse a la alianza;
2. La elaboración y ejecución de un Plan de Acción para la Adhesión (MAP por sus siglas en inglés: Membership Action Plan) mediante el cual el país aspirante recibe asesoría personalizada y apoyo en los diferentes aspectos de la alianza, desde sus capacidades militares y de defensa hasta temas legales, políticos, económicos, de recursos y de seguridad. *El MAP surge en 2004, como aprendizaje del proceso de adhesión de 1999;
3. Pláticas de adhesión donde se discute el Protocolo de Adhesión y se consolida la aceptación unánime de los países miembros a la adhesión del país aspirante;
4. Firma y ratificación del Protocolo de Adhesión del país aspirante por cada uno de los países miembros;
5. Aprobación del Protocolo de Adhesión en el país aspirante, y una vez aprobado, depositado ante el gobierno de los Estados Unidos.
Figura 2. Proceso de ingreso a la OTAN
Fuente: Elaboración propia con base en www.otan.int
La situación geopolítica particular de cada país, y su evolución esperada puede incrementar la deseabilidad de incorporarse a la alianza en vista de una percepción de amenazas existenciales.
Durante los 73 años de existencia de la OTAN se distinguen tres periodos de evolución de su pensamiento estratégico:
1. La Guerra Fría, caracterizado por la defensa y la disuasión ante la confrontación bipolar;
2. La inmediata post Guerra Fría, ampliación a los conceptos de cooperación y seguridad;
3. El ámbito de seguridad desde el 9/11, atención a la lucha contra el terrorismo, la expansión de las armas de destrucción masiva, la guerra híbrida, y las tecnologías emergentes y disruptivas.
Podemos encontrar un paralelo entre los tres periodos y las olas de incorporación de países a la alianza.
Durante los 42 años del primer periodo, de 1949 a 1991, la función primaria de la OTAN fue disuadir cualquier agresión del bloque oriental- liderado por la Unión Soviética, y usar las fuerzas de la OTAN solo en caso de fracaso de dicha función y ante un ataque.
La complementariedad y la estandarización de los miembros de la alianza era clave. Aquí nace la proporción de la contribución de cada miembro con respecto a sus capacidades económicas, industriales, geográficas y militares, así como las medidas de cooperación para asegurar el uso óptimo de los recursos.
Así mismo, con la finalidad de posicionar las defensas de la OTAN tan cerca de la Cortina de Hierro como fuese posible, Grecia, Turquía y Alemania se integraron a la alianza en 1952 y 1955. Como resultado de la transición democrática española, España se une a la OTAN en 1982, reforzando su vínculo con Europa occidental, con su adhesión a la Unión Europea en 1986.
En este periodo también se fortalece el rol político de la OTAN que considera la resolución pacífica de disputas entre los miembros, la cooperación económica, científica, técnica, cultural y en el campo de la información. En resumen, se establecen dos tareas específicas: 1. Política, para reducir los enfrentamientos de los bloques oriental y occidental; 2. Militar, con la defensa de áreas expuestas, principalmente en el mediterráneo.
Al disolverse la Unión Soviética, se reorienta el alcance y relación con las exrepúblicas, así como con países en regiones fuera de la zona Euro-atlántica. Es así, que Rusia y las nuevas repúblicas independientes se vuelven socios de la OTAN. En 1994 se crea la Asociación para la Paz con países de Europa Oriental y del Sur, el Cáucaso sur, Asia central y seis países de Europa occidental: Armenia, Austria, Azerbaiyán, Bielorrusia, Bosnia y Herzegovina, Finlandia, Georgia, Irlanda, Kazajistán, Kirguistán, Malta, Moldavia, Rusia* (suspensión de actividades prácticas civiles y militares en 2014, en respuesta a la anexión de Crimea por parte de Rusia, la cual la OTAN no reconoce como legítima. Se mantuvieron abiertos los canales de comunicación política y militar), Serbia, Suecia, Suiza, Tayikistán, Turkmenistán, Ucrania, Uzbekistán.
En 1994 también surge el Diálogo OTAN con el Mediterráneo integrado por siete países socios: Argelia, Egipto, Israel, Jordania, Marruecos, Mauritania, Túnez.
En 1999, Hungría, Polonia y República Checa se adhieren a la alianza, en lo que se conoce como la 1ª ronda de ampliación post Guerra Fría.
En esta fase, el diálogo y la cooperación, y la gestión de crisis, se añaden al concepto esencial de la defensa colectiva efectiva, en el cumplimiento del objetivo original de contribuir a la paz y la estabilidad en la región.
El tercer período, a partir del ataque a las torres gemelas en septiembre de 2001, redirecciona la definición de seguridad al identificar riesgos novedosos como el terrorismo, el conflicto étnico, los abusos a los derechos humanos, la inestabilidad política, la fragilidad económica y la expansión de armas nucleares, biológicas y químicas. Por lo que la OTAN incrementa el número de sus miembros entre 2004 y 2020.
También extiende sus asociaciones en otras regiones para contar tanto con nuevas relaciones políticas, como con capacidades operacionales para enfrentar los retos cada vez más globales. En 2004 se crea la Iniciativa de Cooperación Estambul que incluye a Baréin, Catar, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait. Se fortalece la relación con sus socios mundiales: Afganistán, Australia, Colombia, Corea del Sur, Irak, Japón, Mongolia, Nueva Zelanda, Pakistán; así como con otras organizaciones internacionales como la ONU, la Unión Europea, y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
De modo que el concepto estratégico vigente, establecido en 2010, define las principales tareas de la OTAN como: la defensa colectiva, la gestión de crisis y la seguridad cooperativa.
Figura 3. Ampliación de la OTAN
Fuente: Elaboración propia con base en: Artículo 10 del Tratado del Atlántico Norte, https://www.nato.int/cps/en/natohq/official_texts_17120.htm?selectedLocale=es
La OTAN en 2022.
Se prevé que en la Cumbre de Madrid en junio de 2022 se adopte un nuevo Concepto Estratégico, derivado de los cambios en el ámbito de la seguridad desde 2010. Entre los que se incluye: el alza de la competencia estratégica, las agresiones de Rusia en las fronteras de la OTAN, el surgimiento de China, el impacto del cambio climático en la seguridad, y las tecnologías emergentes y disruptivas.
En este contexto, se da la solicitud de adhesión de Suecia y Finlandia, dos países europeos que habían mantenido su posición neutral desde el origen de la OTAN. Ambos Estados reevaluaron su política de seguridad ante los cambios en la seguridad europea a partir del conflicto Ruso-Ucraniano iniciado en febrero de 2022, con el objetivo de fortalecer la seguridad y estabilidad tanto nacional como en la región de Mar Báltico y el Norte de Europa.
El proceso de adhesión en este caso particular se diferencia ligeramente del proceso estandarizado mencionado anteriormente, en tanto que las condiciones políticas, económicas y sociales de Finlandia y Suecia no requieren la realización de reformas normalmente contempladas en los Planes de Acción para la Adhesión. De tal modo que el 18 de mayo de 2022 se dio el primer paso: la entrega de una carta de intención para iniciar pláticas de adhesión.
De acuerdo con el gobierno de Finlandia, el proceso de incorporación consta de ocho pasos:
La notificación del país aspirante a la OTAN de su interés de iniciar pláticas de adhesión (18 de mayo de 2022).
La invitación por parte de la OTAN para llevar a cabo las pláticas de adhesión.
La discusión entre la OTAN, sus países miembros, y el país aspirante sobre la adhesión y el Protocolo de Adhesión.
La entrega de una carta de intención confirmando su voluntad y capacidad para integrarse a la alianza.
Los países miembros firman y ratifican el Protocolo de Adhesión del país aspirante.
El Secretario General de la OTAN invita al país aspirante a unirse al Tratado del Atlántico Norte.
El país aspirante acepta el acuerdo de adhesión.
El país aspirante deposita el instrumento de adhesión con el gobierno de los Estados Unidos.
En los siguientes meses seremos testigos de una ola de ampliación de la OTAN de carácter único.
Figura 4. Línea de tiempo del proceso político-social en Finlandia tendiente a su adhesión a la OTAN (febrero a mayo de 2022)
Fuente: Elaboración propia con base en declaraciones del gobierno de Finlandia, *Mediciones comisionadas por la Junta consultiva de información de defensa de Finlandia para conocer las opiniones de la población en materia de política exterior y de seguridad, defensa nacional y seguridad.
@Monica_MendezC