17 ago 2023
Talya Iscan
Coordinadora de Asuntos Culturales del Centro Cultural de Turquía, de la Embajada de Turquía en México. Maestra en Asuntos Globales y Especialista en seguridad y politica internacional. Licenciada en Relaciones Internacionales, academica/profesora de asignatura en Facultad de Ciencias Politicas y Sociales (FCyS) en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y en la Universidad Panamericana. Ponente especialista en el diplomado en Política Internacional y los Conflictos del Mundo Contemporáneo de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El escenario posconflicto entre Azerbaiyán y Armenia en el Cáucaso del Sur ha sido complejo. Actualmente, las partes están tratando de lograr una paz sostenible; sin embargo, existen varios desafíos. Es importante considerar que estos han sido multidimensionales, abarcando numerosos factores económicos, sociales, políticos y de seguridad humana. En ese sentido, es crucial prestar atención a esta situación porque la seguridad y estabilidad de una región estratégica en términos de seguridad energética y conectividad, como lo es el Cáucaso del Sur, dependen de una solución duradera a las tensiones entre Azerbaiyán y Armenia.
Asimismo, las perspectivas sobre el conflicto de Karabaj se han estudiado tradicionalmente desde una perspectiva armeniocéntrica, ya que durante mucho tiempo, la diáspora armenia ha sido políticamente influyente en Occidente y ha provocado que se le preste poca atención a la versión y narrativa azerbaiyana. Sin embargo, el derecho internacional reconoce a Karabaj como parte integral de Azerbaiyán. En ese sentido, se puede preguntar cuáles son los problemas que aún existen en la región y cuáles son los intereses de los grandes poderes en ella.
Al abordar este tema, la política exterior de Azerbaiyán ha sido estratégica para alcanzar la paz duradera de manera legítima. Aunque se puede visualizar cierto progreso, hoy en día existen obstáculos que impiden lograr un acuerdo de paz definitivo entre Armenia y Azerbaiyán. Durante muchos años las instituciones europeas han mostrado una doble moral al tratar el conflicto de Karabaj.
A diferencia del conflicto actual entre Rusia y Ucrania, estas no han apoyado el derecho de Azerbaiyán a restaurar su integridad territorial, tal y como se consagra en el derecho internacional. Al mismo tiempo, en el marco de la guerra ruso-ucraniana, donde el mundo occidental ha sancionado a Rusia y ha decidido reducir la dependencia energética de Moscú, Occidente reconoció el papel crucial de Azerbaiyán como un socio energético confiable. En este contexto, el 18 de julio de 2022, Azerbaiyán y la Unión Europea (UE) firmaron un Memorando de Entendimiento sobre Asociación Estratégica en el campo de la energía, en el cual se prevé que Azerbaiyán aumentará las exportaciones de gas natural a Europa y alcanzará al menos 20 bcm por año para 2027. Esto muestra claramente que es una región crucial para Rusia y Occidente (El Universal, 2023)[1].
Hoy en día, al hablar de los acontecimientos posteriores al conflicto, cabe destacar que la solución de la política exterior de Azerbaiyán merece más atención en un contexto como este, ya que el país ha creado y presentado a Armenia cinco principios básicos como propuesta para una paz duradera en la región. Estos principios incluyen:
• Reconocimiento mutuo del respeto a la soberanía, integridad territorial, inviolabilidad de las fronteras reconocidas internacionalmente e independencia política mutua.
• Confirmación mutua de la ausencia de reclamaciones territoriales mutuas y aceptación de obligaciones legalmente vinculantes de no plantear dicha reclamación en el futuro.
• Obligación de abstenerse en sus relaciones interestatales de socavar la seguridad mutua, de amenazar o usar la fuerza tanto contra la independencia política como contra la integridad territorial, y de cualquier otra manera incompatible con los propósitos de la Carta de las Naciones Unidas.
• Delimitación y demarcación de la frontera estatal y establecimiento de relaciones diplomáticas.
• Desbloqueo del transporte y otras comunicaciones, construcción de otras comunicaciones según corresponda y establecimiento de cooperación en otros campos de interés mutuo[2] (No:117/22, 2020).
Estos principios convienen a ambas naciones y son óptimos para la normalización y la paz duradera en la región, ya que las tensiones y la prolongación de la firma del acuerdo de paz en un escenario posterior a estas continúan causando víctimas y obstaculizando la integración económica regional.
Según el análisis “Conflict Barometer” del Heidelberger Institut für Internationale Konfliktforschung (HIIK) realizado en 2020, el contexto de la crisis violenta debido a la secesión de la región de Karabaj entre la autoproclamada antigua República de Nagorno-Karabaj (NKR), y el gobierno se intensificó hasta desembocar en una guerra. Las partes en conflicto se han acusado mutuamente de violar el acuerdo de alto el fuego de 1994 desde marzo, lo que llevó a una escalada del conflicto a finales de septiembre de 2020, con un aumento en el uso de armamento pesado. La dinámica del conflicto estaba estrechamente relacionada con el conflicto territorial entre Armenia y Azerbaiyán. El “Conflict Barometer” calificó la intensidad del conflicto con un grado "5" y mencionó que la principal herramienta del conflicto es la "secesión" (Conflict Barometer 2020, 2020)[3].
Debe mencionarse que durante la primera guerra de Karabaj, Azerbaiyán sufrió una invasión militar por parte de Armenia, lo que resultó en la ocupación del 20% de su territorio reconocido internacionalmente. Durante la ocupación, Armenia llevó a cabo la limpieza étnica de un millón de azerbaiyanos, incluyendo 200,000 deportados de Armenia y 800,000 deportados de su tierra natal, Azerbaiyán. En 1993, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó 4 resoluciones exigiendo la retirada inmediata de las fuerzas armadas armenias del territorio de Azerbaiyán, pero fueron ignoradas durante 27 años. En 2020, Azerbaiyán implementó dichas resoluciones y liberó sus territorios durante la guerra de 44 días, restaurando su integridad territorial. Después de la guerra, según la Declaración Trilateral firmada el 10 de noviembre de 2020 entre Azerbaiyán, Armenia y Rusia, las fuerzas pacificadoras rusas fueron desplegadas temporalmente en la región de Karabaj de Azerbaiyán hasta noviembre de 2025. Desde 2020, cuando el conflicto terminó, Azerbaiyán ha demostrado estar listo para lograr una paz duradera con Armenia (Embajada de Azerbaiyán en México, 2023)[4].
Es importante destacar que la situación actual entre Azerbaiyán y Armenia solo se analiza en América Latina dos años después de la guerra y tras la recuperación de los territorios de Azerbaiyán. El enfoque principal está en el proceso de normalización de las relaciones bilaterales, que busca establecer un acuerdo de paz definitivo basado en los ya mencionados cinco principios fundamentales. La mediación de países e instituciones como Estados Unidos, Rusia y el Consejo de la Unión Europea ha sido esencial en las reuniones entre los ministros de Relaciones Exteriores y los jefes de Estado de ambas naciones, logrando avances en el reconocimiento de la integridad territorial mutua. Sin embargo, persisten desafíos en la demarcación de fronteras reconocidas internacionalmente y en la apertura de vías y rutas de comunicación.
El término del conflicto entre Armenia y Azerbaiyán a fines de 2020 a través de la Segunda Guerra de Karabaj abrió un nuevo capítulo para el Cáucaso del Sur. Pero a pesar del progreso, existen retos, como la presencia de las fuerzas armadas armenias y grupos separatistas en la región de Karabaj, que amenazan el proceso de normalización. El tema de las minas terrestres en los territorios recuperados es otro aspecto importante, y Azerbaiyán ha instado a Armenia a proporcionar los mapas de los campos minados para garantizar la seguridad de los civiles (Talibov, 2023)[5].
El Ministerio de Asuntos Exteriores de la República de Azerbaiyán sostiene que, después del fin del conflicto armado, el país ha ingresado a una nueva etapa de recuperación, reconstrucción y reintegración. La máxima prioridad de Azerbaiyán es preservar la paz, llevar a cabo iniciativas de reconstrucción y rehabilitación, y facilitar el regreso seguro y digno de las personas desplazadas internamente a sus hogares. La utilización de sus abundantes recursos naturales también contribuirá a la recuperación económica de los territorios liberados, lo que posicionará a Azerbaiyán no solo como una potencia en el Cáucaso del Sur, sino también en Asia Central debido a su gestión de recursos.
Con este fin, Azerbaiyán ya ha comenzado este proceso, y cada año el gobierno asigna recursos financieros del presupuesto estatal. Para el año 2023, esta cifra equivale a 4,800 millones de manats (2,823 millones de dólares)[6] (Azərbaycan Respublikasının 2023-cü il dövlət büdcəsi haqqında, 2023).
En general, el país ha gastado más de 6 mil millones de dólares con este propósito desde finales de 2020. Vale la pena destacar que Azerbaiyán inició el proceso de reconstrucción en los territorios liberados utilizando el concepto de "aldea inteligente" ("Smart village"). Como un primer paso, los antiguos desplazados internos de la región de Zangilan, comprendidos por 66 familias, ya han sido reubicados en el pueblo de Agali, distrito de Zangilan, y este proceso sigue en curso. Por otro lado, la reconstrucción de infraestructuras destruidas, como carreteras, puentes y servicios públicos, no solo facilita la recuperación económica, sino que también permite el retorno y la reintegración de la población desplazada.
Durante el periodo posterior a la guerra, junto con las obras de reconstrucción, el gobierno de Azerbaiyán también ha tomado medidas para abordar los efectos de la ocupación y la destrucción que han persistido durante décadas. Con el fin de apoyar los esfuerzos por la paz, la estabilidad y la rehabilitación y reconstrucción posconflicto, el país está dispuesto a colaborar con socios internacionales como el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), otras agencias de la ONU y Estados individuales.
Este enfoque se basa en el derecho internacional y las resoluciones pertinentes, con el objetivo de sanar las heridas del conflicto y construir confianza. La ayuda humanitaria y los esfuerzos de desminado son cruciales para satisfacer las necesidades inmediatas de las poblaciones afectadas y garantizar su seguridad. La provisión de ayuda humanitaria, incluyendo alimentos, refugio y apoyo médico, contribuye a aliviar el sufrimiento causado por el conflicto. Además, los esfuerzos exhaustivos coadyuvan a restablecer un entorno seguro para la gente que regresa y a prevenir más víctimas.
Sin embargo, la seguridad y la vida de las tropas militares y los civiles de Azerbaiyán en el periodo posconflicto se ven significativamente amenazadas por la presencia de minas y artefactos explosivos en los territorios liberados. La considerable contaminación por minas también dificulta la planificación detallada de la rehabilitación y reconstrucción, y obstaculiza el retorno seguro de las personas desplazadas internamente a sus hogares. Las minas terrestres en los territorios liberados representan un serio desafío económico y de seguridad para Azerbaiyán. Limpiar las minas en Karabaj podría llevar más de una década y el proceso es muy costoso. Según los cálculos de expertos internacionales, Azerbaiyán necesitará alrededor de 30 años y más de 20 mil millones de dólares para desminar sus territorios liberados.
Por otro lado, la conclusión del conflicto entre Armenia y Azerbaiyán crea nuevas oportunidades para la colaboración regional, el crecimiento y la prosperidad. El 11 de enero de 2021, Azerbaiyán, Rusia y Armenia emitieron una declaración tripartita que hacía referencia a la Declaración Trilateral del 10 de noviembre de 2020, enfatizando en la apertura de las comunicaciones en la región.
Para restablecer las comunicaciones de transporte regionales, Azerbaiyán, Armenia y Rusia acordaron implementar medidas prácticas; sin embargo, Armenia aún no cumple con sus obligaciones en este tema. La reanudación de las comunicaciones mejorará significativamente el comercio y el transporte entre Armenia, Azerbaiyán y sus aliados, contribuyendo a la normalización y sentando las bases para la paz y la estabilidad a largo plazo en la región (Republic of Azerbaijan Ministry of Foreign Affairs, 2023)[7].
¿Qué sigue ahora?[8]
Para comprender profundamente los recientes acontecimientos entre dos países del Cáucaso del Sur, se han realizado entrevistas al Viceministro de Relaciones Exteriores de Azerbaiyán, el Sr. Elnur Mammadov, así como a la Sra. María Victoria Romero Caballero, Embajadora de México en Azerbaiyán.
Al abordar los principales acontecimientos durante el período posterior a la guerra entre Azerbaiyán y Armenia, el Sr. Mammadov enfatizó que la Declaración Trilateral firmada por Rusia, Azerbaiyán y Armenia el 10 de noviembre de 2020, puso fin a la Segunda Guerra de Karabaj y delineó los compromisos de Armenia con respecto a la región de Karabaj de Azerbaiyán.
Según la Declaración Trilateral, Armenia estaba obligada a retirar todas sus fuerzas de ocupación de los territorios ocupados y las fuerzas pacificadoras rusas debían desplegarse en la región. Si bien las fuerzas pacificadoras rusas se desplegaron después de la firma de la declaración, Armenia no retiró sus fuerzas de ocupación, lo que resultó en una situación problemática con la presencia tanto de las fuerzas pacificadoras rusas como de las tropas armenias. Armenia aprovechó la ruta de Lachín, que estaba destinada con fines humanitarios, para transportar personal militar y explotar los recursos naturales de Azerbaiyán. Continuaron llevando minas terrestres y realizando actividades militares, a pesar de las disposiciones del acuerdo.
Azerbaiyán planteó sus preocupaciones a las fuerzas pacificadoras rusas durante dos años, afirmando que la ruta de Lachín no debía utilizarse para fines ilegales y militares. En febrero de 2023, Azerbaiyán propuso la transparencia en los puntos de control a Armenia, lo cual fue rechazado. Debido a las acciones ilícitas de Armenia, como el tráfico de las minas terrestres, explotación y robo de recursos naturales azerbaiyanos, en pleno apego al derecho internacional, y para garantizar la seguridad y transparencia, Azerbaiyán estableció un punto de control en la frontera el 23 de abril de 2023, para evitar el abuso de esta ruta. Como resultado, Armenia llevó el caso a la Corte Internacional de Justicia (CIJ), alegando discriminación por parte de Azerbaiyán hacia los armenios en la localidad. Sin embargo, el 6 de julio de 2023, la CIJ falló por unanimidad a favor de Azerbaiyán, declarando que el punto de control estaba justificado y desacreditando las afirmaciones de Armenia.
El Viceministro Mammadov también destacó el compromiso de Azerbaiyán con la convivencia pacífica y sus esfuerzos por establecer la paz con Armenia. Se llevaron a cabo reuniones cara a cara en Washington D.C., Bruselas y Moscú como parte del proceso de paz. Se siguieron tres enfoques: principios del acuerdo de paz, delimitación de las fronteras y la apertura de comunicaciones, incluido el corredor de Zangezur que, según la Declaración Trilateral, debería de conectar a Azerbaiyán con su exclave Najchiván. Azerbaiyán también inició un proceso de reintegración para los armenios que viven en la región de Karabaj de Azerbaiyán, con el objetivo de proporcionarles ciudadanía azerbaiyana con todos los derechos que les corresponden.
Al hablar sobre el proceso de reconstrucción en los territorios liberados, el viceministro Mammadov afirmó que Azerbaiyán continúa implementando con éxito proyectos que incluyen la construcción de aeropuertos internacionales, aldeas, escuelas, hospitales, ferrocarriles y toda la infraestructura necesaria. Hasta ahora, se han invertido más de 6 mil millones de dólares en la reconstrucción de las nueve ciudades principales destruidas. Sin embargo, se identifican tres desafíos importantes: 1) la presencia extensa de minas terrestres que contaminan gravemente los territorios; 2) la destrucción total de las infraestructuras públicas y privadas; y 3) la presencia del ejército armenio y de los grupos separatistas armenios. Azerbaiyán estimó que Armenia plantó más de un millón de minas terrestres, lo que requiere de recursos significativos para su eliminación.
En conclusión, el Viceministro Mammadov subrayó la necesidad de asistencia internacional para Azerbaiyán en diversos aspectos, incluidos los esfuerzos de desminado, apoyo financiero, la colaboración, la experiencia y el respaldo al proceso de paz, debido a la influencia disruptiva de la diáspora armenia.
La visión y percepción de Azerbaiyán desde el continente latinoamericano: ¿cuál ha sido la perspectiva de México sobre Azerbaiyán?
La Embajadora de México en Azerbaiyán, María Victoria Romero Caballero, compartió en la entrevista realizada el 6 de julio del año 2023 en la sede de la Embajada de México en Azerbaiyán, diversos puntos de interés sobre la percepción de México y América Latina hacia Azerbaiyán, así como la evolución de la relación bilateral entre ambos países.
En cuanto a la percepción de México y América Latina, destacó la estrategia de Azerbaiyán para dar a conocer su postura en foros internacionales y a través de enviados especiales. Resaltó también la importancia de contar con información de primera mano y la oportunidad de conocer la perspectiva del gobierno de Azerbaiyán sobre la región del Cáucaso del Sur. La Embajadora Romero subrayó el valor de mantener un diálogo directo, y destacó que aunque la región pueda parecer lejana, es esencial contar con información objetiva para evitar percepciones sesgadas que puedan difundirse en redes sociales.
En cuanto a la percepción de México y América Latina sobre el proceso posconflicto entre Azerbaiyán y Armenia, subrayó la importancia del diálogo entre países y el respeto a los principios del derecho internacional. Destacó la estrategia de Azerbaiyán de informar sobre los avances del proceso y la situación de la región, lo cual fue valorado y agradecido por México. La Embajadora enfatizó que el diálogo es fundamental y expresó la disposición de México para explorar oportunidades de cooperación y colaboración, tanto en ámbitos académicos como comerciales, culturales y educativos.
En resumen, en la entrevista con la Embajadora de México en Azerbaiyán se destacó la estrategia de Azerbaiyán para informar y compartir los avances del proceso posterior al conflicto, y se resaltó la disposición de México para explorar oportunidades de colaboración en la reconstrucción y la estabilidad en la región.
Conclusiones y recomendaciones
Para concluir, al abordar el período posterior a la guerra en el Cáucaso del Sur, la evaluación también debe de considerar los desafíos y oportunidades asociados con la rehabilitación y reconstrucción posconflicto en Karabaj. Cabe recalcar que el conflicto armado está finalizado. Sin embargo, ciertos temas como la presencia de las fuerzas armadas y los separatistas y revanchistas armenios en la región de Karabaj de Azerbaiyán, la contaminación de minas terrestres que ha posicionado a Karabaj como una de las zonas más contaminadas a nivel mundial en donde más de 300 personas incluyendo menores de edad han sufrido de las explosiones de las minas, el ecocidio y urbicidio cometido durante las tres décadas de la ocupación armenia, así como el retorno de los desplazados internos azerbaiyanos y la reintegración de la población armenia que habita en la región, continúan pendientes.
Por otro lado, para alcanzar un acuerdo de paz duradero, la comunidad internacional debe reconocer la urgencia de remover de la región al ejército armenio y a los demás actores ilegales que operan en los territorios soberanos de Azerbaiyán y que son financiados y apoyados por parte del gobierno de Armenia de forma explícita, ya que representan una amenaza para la seguridad humana y para el proceso de paz. La comunidad internacional que aspira a respaldar un proceso de paz ágil, debería de urgir al gobierno de Armenia a cumplir con sus compromisos estipulados en los acuerdos establecidos.
Al mismo tiempo, de acuerdo con los oficiales de Azerbaiyán, su país está dispuesto a otorgar la ciudadanía a la población armenia que vive en Karabaj. Lamentablemente, los países tradicionalmente conocidos por tener una numerosa diáspora armenia con influencia significativa han llevado a cabo determinados actos que empoderan y dan cierta esperanza a los secesionistas y separatistas en la región, obstaculizando a su vez, el proceso de paz.
Ahora que los desplazados internos azerbaiyanos regresarán a sus tierras en condiciones seguras y con una infraestructura adecuada, el reto a largo plazo es, considerar futuros proyectos de desarollo económico y social en los territorios liberados. Ahora bien, con el fin de apoyar a la población civil que ha estado sufriendo durante y después de la guerra es necesario llegar a la firma de un acuerdo de paz entre Armenia y Azerbaiyán, y al mismo tiempo hacer cumplir los acuerdos suscritos tal como la apertura de las comunicaciones de la región, delimitación de las fronteras y otras medidas para construir confianza y alcanzar una reconciliación sostenible. Los intereses, en este caso, deben coincidir en el Cáucaso del Sur, no solo para resolver el problema a nivel local, sino también para garantizar la paz y la seguridad en Europa.
Es de suma importancia ampliar la visión internacional y llamar la atención a este tema. Como se ha mencionado, informar de manera objetiva ha sido un aspecto crucial en la política internacional y en el ámbito de las Relaciones Internacionales. El día de hoy existe una erosión en el derecho internacional ocasionada por la doble moral, principalmente ejercida por las grandes potencias, y esto genera un dilema global en los procesos de formulación de políticas. Por lo tanto, los mecanismos legales de la comunidad internacional pierden su legitimidad en un contexto de inconsistencias aplicadas en diferentes conflictos que tienen un mismo origen.
Es crucial destacar que la perspectiva armenio-centrista, promovida como la visión comúnmente aceptada y "occidental" por varias potencias europeas, especialmente Francia, no debe considerarse como universal. El occidentalismo ha sido objeto de propaganda y dispersión por parte de la diáspora armenia durante más de tres décadas, y, hasta la fecha, a pesar de que Azerbaiyán ganó la guerra y lideró los procesos de paz, aún persiste mucha desinformación, prejuicio, discriminación y parcialidad. Esta perspectiva se reconoce como no tradicionalmente occidental. Sin embargo, en las relaciones internacionales, no es justo caer en manipulaciones como herramientas de un escenario de posconflicto híbrido y politizar o provocar movimientos separatistas, especialmente en Karabaj.
Hoy en día, la causa debe ser humanitaria y global, teniendo en cuenta el surgimiento de la región y su importancia a nivel geoestratégico. El mundo necesita empoderar al Cáucaso del Sur, por lo que primero se debe lograr la paz y la estabilidad regional.
Bibliografía
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Conflict Barometer 2020. (2020). Heidelberg Institute for International Conflict Research, 29, 50.
Edumedia Azerbaijan, L. M. (n.d.). Xarici İşlər Nazirliyi | XİN. Republic of Azerbaijan Ministry of Foreign Affairs. https://xin.gov.az
Embajada de Azerbaiyán en México. (2023, 4 de mayo). Reunión con el Excmo. Sr. Elnur Mammadov Viceministro de Relaciones Exteriores de Azerbaiyán.
El Universal: Azerbaiyán y la paz. (s. f.). AZERTAC. https://azertag.az/es/xeber/El_Universal__quotAzerbaiyn_y_la_paz_quot-1698037
No:117/22, Head of the Press Service Department of the Ministry of Foreign Affairs of the Republic of Azerbaijan Leyla Abdullayeva answers the media’s question. (2020). Republic of Azerbaijan Ministry of Foreign Affairs. https://www.mfa.gov.az/en/news/no11722
Republic of Azerbaijan Ministry of Foreign Affairs. (s.f.). Post-conflict rehabilitation, reconstruction, and reintegration. Republic of Azerbaijan Ministry of Foreign Affairs. https://mfa.gov.az/en/category/end-of-the-conflict-in-november-2020-and-post-conflict-situation/post-conflict-reconstruction-rehabilitation-and-reintegration
Talibov, Mammad. (2023, 9 junio). Azerbaiyán espera acuerdo de paz definitivo con Armenia a fin de año - La Razón. La Razón. https://larazon.pe/azerbaiyan-espera-acuerdo-de-paz-definitivo-con-armenia-a-fin-de-ano/.
Referencias
[1] El Universal: Azerbaiyán y la paz. (s. f.). AZERTAC. https://azertag.az/es/xeber/El_Universal__quotAzerbaiyn_y_la_paz_quot-1698037
[2] No:117/22, Head of the Press Service Department of the Ministry of Foreign Affairs of the Republic of Azerbaijan Leyla Abdullayeva answers the media’s question. (2020). Republic of Azerbaijan Ministry of Foreign Affairs. https://www.mfa.gov.az/en/news/no11722
[3] Conflict Barometer 2020. (2020). Heidelberg Institute for International Conflict Research, 29, 50.
[4] Embajada de Azerbaiyán en México. (2023, 4 de mayo). Reunión con el Excmo. Sr. Elnur Mammadov Viceministro de Relaciones Exteriores de Azerbaiyán.
[5] Talibov, Mammad. (2023, 9 junio). Azerbaiyán espera acuerdo de paz definitivo con Armenia a fin de año - La Razón. La Razón. https://larazon.pe/azerbaiyan-espera-acuerdo-de-paz-definitivo-con-armenia-a-fin-de-ano/.
[6] Azərbaycan Respublikasının 2023-cü il dövlət büdcəsi haqqında. (n.d.). 672-VIQ-Azərbaycan Respublikasının 2023-cü Il Dövlət Büdcəsi Haqqında. https://e-qanun.az/framework/53084
[7] Republic of Azerbaijan Ministry of Foreign Affairs. (s.f.). Post-conflict rehabilitation, reconstruction and reintegration. Republic of Azerbaijan Ministry of Foreign Affairs. https://mfa.gov.az/en/category/end-of-the-conflict-in-november-2020-and-post-conflict-situation/post-conflict-reconstruction-rehabilitation-and-reintegration
[8] Las entrevistas fueron realizadas por Talya Iscan. La primera entrevista se llevó a cabo con el Sr. Elnur Mammadov, Viceministro de Relaciones Exteriores de Azerbaiyán, en el Ministerio de Relaciones Exteriores en Bakú el día 7 de julio de 2023. La segunda entrevista tuvo lugar con María Victoria Romero, la Embajadora de México en Azerbaiyán en la sede de la Embajada de México en Bakú el 6 de julio de 2023.
La escrito en este texto es a título personal de la autora y no refleja la posición de las instituciones afiliadas ni de Global Thought.